Equipos All in one, ¿una buena alternativa para nosotros?
El mercado de equipos informáticos no deja de crecer así que cada vez que vamos a comprar algún dispositivo nuevo tenemos que elegir entre multitud de alternativas. Ordenadores de sobremesa, portátiles, ordenadores all in one o tablets son algunas de las opciones entre las que elegir y hay tantas posibilidades que en muchas ocasiones nos asaltan las dudas.
Casi todos conocemos las ventajas e inconvenientes de los ordenadores portátiles o de sobremesa así que esta vez vamos a repasar la alternativa de los ordenadores all-in-one (AIO) o todo en uno, un segmento cuyas ventas crecieron por encima del 10% en el año 2013 y que sigue encontrando su espacio para muchas situaciones a pesar de que en los últimos tiempos han ganado terreno otras opciones como los tablets por nuestras necesidades de movilidad y el deseo de estar conectados en todo momento y lugar. ¿Merece la pena entonces comprar un all-in-one?
La respuesta a esta pregunta siempre será que depende de nuetras necesidades y el tipo de uso que le vayamos a nuestro nuevo ordenador. Los AIO destacan por ser equipos compactos donde todo los componentes están integrados en la parte trasera del monitor que suele ser bastante grande. Esta configuración hace que la mayoría de cables desaparezcan lo que es una ventaja desde el punto de vista estético.
Si entre nuestros requisitos a la hora de comprar priman conceptos como el orden o el diseño los AOI son una muy buena opción porque no te tendrás que preocupar de los antiestéticos cables. El poco espacio que necesitan también es una de las mejores bazas a favor de los AOI porque tanto en casa como en las oficinas solemos ir escasos de espacio así que agradeceremos que el ordenador ocupe poco sitio y nos deje más espacio para trabajar cómodamente.
A nivel de rendimiento podemos encontrar AIO con características similares a las de portátiles y PCs de sobremesa así que no suele ser un problema. Además en los últimos tiempos hay tendencia hacia el uso de los llamados thin client o zero client que son equipos muy ligeros que trabajan en entornos virtualizados o con la información que nosotros mismos o nuestra empresa tiene en la nube así que no necesitan tantas capacidades en aspectos como el almacenamiento. En cuanto a los sistemas operativos para ejecutar nuestras aplicaciones tenemos todo tipo de alternativas con dispositivos que corren con Windows, iOS, Android y hasta con Chrome OS.
Otro lugar en el que los AIO están encontrando su hueco es en los salones de casa como dispositivo de ocio para ver películas o jugar. En este caso sus diseños juegan a favor ya que son más elegantes y discretos que los equipos tradicionales así que nos costaré menos que se integren en casa.
En contraposición a estas ventajas encontramos algunos inconvenientes. Por ejemplo el acceso al hardware resulta más complicado y esto puede ser un problema si llega el momento de tener que repararlos. Sus capacidades de extensión a nivel hardware también son más limitadas aunque la tecnología avanza a tal ritmo que los equipos se suelen cambiar con frecuencia y solo en un porcentaje pequeño de casos merece la pena ampliarlos con componentes más potentes.
El precio es otro factor a tener en cuenta. Tradicionalmente los AOI son más caros que otras opciones aunque la creciente oferta con marcas potentes en el mercado como Dell, HP, los iMAC de Apple o los all in one cloud monitor de Samsung están haciendo disminuir los precios.
Por tanto, como decíamos al principio del artículo, la elección o no de uno de estos equipos dependerá del uso que penséis darle y vuestras necesidades. En un lado de la balance tenemos su diseño, estética o la desaparición de los cables y en el otro lado un precio más elevado o máyores dificultades de expansión así que no os lancéis directamente a la compra porque os parezca y equipo bonito y valorar todos las ventajas e inconvenientes de este tipo de dispositivos.