Google tiene una particularidad: paga a todas las personas que le ayuden a detectar y corregir fallos en su navegador Chrome. De esta manera, si alguien informa sobre un error, la compañía de Mountain View paga una determinada suma por el aviso. De hecho, las cantidades no suelen ser de menos de cuatro cifras, por lo que ya os imagináis las caras que pone la gente cuando se descubre un fallo.
Como bien sabéis, hace meses Google apostaba por una nueva tecnología, llamada SPDY, la cual iba a permitir aumentar la velocidad de carga de las páginas web. Realizando diferentes ajustes en las mismas, la velocidad iba a verse aumentada, proporcionando a los usuarios una mejor experiencia. Sin embargo, la aceptación de la idea no ha sido bien acogida, por lo que Google ha pensado en apostar por otro caballo: HTTP/2.
Chrome, el navegador de Google, recibe una actualización mayoritaria. El equipo de desarrollo no para a la hora de añadir ingredientes. Algo que por otra parte nos gusta: además de instalar nuevas características, también mejora un navegador que ya de por sí es excelente. Las posibilidades del software no son precisamente pocas. Está claro que ahora que está disponible la versión 48 no os aburriréis en absoluto.
Hace semanas, Microsoft y Mozilla anunciaban que querían aumentar la seguridad de sus sistemas actualizando los certificados SSL que utilizaban. El algoritmo SHA-1, todavía muy usado en una gran cantidad de sitios, ha sido considerado como vulnerable, por lo que es evidente que su uso es peligroso para la información que se intercambia. Básicamente, porque cualquiera puede realizar con éxito un ataque informático.
Chrome OS, el sistema operativo de Google, lleva una larga trayectoria por delante. Existen cientos de usuarios que lo utilizan a diario con especial eficacia. Incluso en entornos laborables, en los que es necesario un producto estable y que no dé problemas. La publicación de actualizaciones y parches de seguridad es habitual. Incluso, Google trabaja diariamente ante la presencia de errores graves que puedan hacer peligrar los datos de los usuarios.
Windows XP y Windows Vista son dos sistemas operativo en desuso. No en vano, el primero no tiene soporte oficial por parte de Microsoft, aunque todavía existen muchas instalaciones, incluso en entornos empresariales. Ya sabéis lo que sucede con estos paquetes: las compañías, poco a poco, van retirando el soporte, dejando de publicar nuevos parches y versiones que aumenten tanto la cantidad de características como la solución a los errores existentes.
La tendencia está clara: muchas empresas están trabajando para desarrollar sistemas operativos que, en una única versión, sirvan tanto en ordenadores como en dispositivos móviles. Una decisión que está generando gran cantidad de polémica. Un ejemplo de esta unión la hemos podido ver recientemente con Microsoft y su Windows 10. Sin embargo, existe otro gigante que se unirá al mismo objetivo: Google.
No podemos negar que Spotify es el servicio de streaming musical más popular del mundo. La cantidad de usuarios se cuenta por millones, a lo que hay que añadir que el catálogo sigue aumentando con todo tipo de canciones. Sin embargo, hasta ahora se les ha atragantado un detalle: la aplicación no es compatible con Chromecast, lo que significa que el accesorio no se podía utilizar para emitir música.
Una de las principales quejas de los usuarios respecto de Google Chrome es el consumo de memoria que realiza de los dispositivos en los que está instalado. Algo que ha provocado que, en los equipos menos potentes, no pueda ser ejecutado de manera correcta. Un problema que se ha ido haciendo más grande, conforme su popularidad ha aumentado.
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