Y cuando hace nada que la versión 4.0 de Google Chrome (el navegador) aparecía en versión estable para Windows confirmamos que el desarrollo de Google Chrome es cuanto menos vertiginoso.
Todos los sistemas operativos modernos cuentan con una característica que muchos usuarios 'normales' ignoran, y es la capacidad de ejecutar scripts para automatizar una tarea repetitiva o realizar en un click una acción que supondría de muchos clicks (por ejemplo, cambiar una configuración de red para cambiar de proxy o de servidor DNS). Apple cuenta con una interfaz para script bastante potente (los famosos Applescripts) y en Linux también hay un soporte bastante interesante; en Windows se da algo más de lado.
Hacía mucho que no hablábamos del Google Pack en Softhoy. Sí, ese pack de aplicaciones que viene de la mano de la gran G y que llenaba nuestro PC de software 'útil'. Al menos podían elegirse las aplicaciones que se podían instalar.
Hace pocos días os presenté un excelente reproductor de música para Windows llamado MediaMonkey, ¿os acordáis? Y una de las pegas que le pongo siempre es no ser multiplataforma. Vale que los usuarios de MacOS X tienen un iTunes que funciona estupendamente (y que será lo que acaben usando), pero los usuarios de Linux a los que no les gusta Amarok, Exaile o Banshee están bastante desprotegidos en éste ámbito. Que sirven de sobra como catalogadores y reproductores musicales, lo sabemos, pero se quedan a años luz de Winamp o MediaMonkey en cuanto a flexibilidad y opciones (y capacidad de manejar grandes musicotecas).
Uno de los servicios con los que tradicionalmente se ha especulado más, sobre todo desde el lanzamiento de Gmail allá por el April Fools Day de 2004, es el del servicio de almacenamiento de archivos de Google. Lo habitual ha sido referirse a él como Google Drive o como GDrive, simplemente; y si bien ha sido siempre relativamente sencillo utilizar el mismo Gmail como disco duro en Internet mediante diversas utilidades corríamos el riesgo de ser penalizados por la gran G.
Si hay aplicaciones de las que carezca Linux son las más orientadas a la edición de vídeo (porque editores de sonido y música hay); y hay alguna, pero francaemnte todas son o poco intuitivas o poco potentes. Pero los tiempos cambian, y éste es un campo que también puede cultivarse en Linux desde ya, mientras esperamos al editor de vídeo de VLC. Porque ha aparecido un editor de vídeo que podríamos tratar como 'el Movie Maker de Gnome'.